La jornada invita a reflexionar sobre la necesidad de garantizar derechos humanos, acceso a la salud, protección legal y condiciones de trabajo seguras, promoviendo el respeto y la dignidad de quienes ejercen el trabajo sexual. Organizaciones sociales y de derechos humanos destacan que la estigmatización sigue siendo uno de los principales obstáculos para erradicar la violencia.
Conmemorar este día es también un llamado a la sociedad y a los Estados a escuchar, acompañar y generar políticas públicas que prevengan abusos y aseguren igualdad, poniendo en el centro la voz de las trabajadoras sexuales.