Aunque parezca parte del pasado, la esclavitud no desapareció del todo. Actualmente persisten prácticas como la trata de personas, el trabajo forzado, la explotación laboral y sexual, el matrimonio infantil y la servidumbre doméstica, realidades que siguen atrapando a niños, jóvenes y adultos en todo el planeta. La fecha fue establecida por las Naciones Unidas para reforzar el compromiso global de terminar con estas injusticias y defender los derechos humanos.
Para las nuevas generaciones, esta fecha invita a mirar más allá de los libros de historia y entender que la libertad y la igualdad son conquistas que deben defenderse todos los días. Informarse, hablar del tema, denunciar situaciones sospechosas y promover la empatía son pasos esenciales para construir una sociedad más justa y humana.
La abolición no es solo un hecho del pasado: es una responsabilidad del presente y un desafío para el futuro.