Mientras muchos dicen que “los hombres siempre están bien”, los datos muestran otra realidad: los hombres lideran las cifras de suicidios, consumos problemáticos y muertes evitables, y aun así se los sigue educando para “no llorar”, “bancársela solos” y “no pedir ayuda porque es de débiles”.
Este día invita a romper el silencio y discutir algo incómodo:
¿Hasta cuándo vamos a seguir exigiendo hombres duros e indestructibles, mientras se destruyen por dentro?
No se trata de competir con ningún movimiento, ni de victimizar a nadie, sino de reconocer que también hay problemáticas que afectan a los varones y casi no se hablan. Ser hombre NO es aguantar todo en silencio.