por un lado, quienes consideran que los problemas de seguridad y servicios están desbordados; por el otro, quienes sostienen que el municipio enfrenta limitaciones estructurales que no se pueden atribuir solo a la gestión local.
En el fondo, la discusión no es solo por la situación actual, sino por lo que viene:
¿está Chilecito preparado para un debate serio sobre 2027, o la política local sigue atrapada en pases de factura y defensas automáticas?