Pero la tradición no vive solo en los ponchos, el mate o las guitarreadas. También está en los gestos cotidianos: compartir con amigos, disfrutar de un asado o mantener vivas las costumbres que nos unen.
Con el paso del tiempo, ese espíritu rebelde y auténtico también se hizo música. El rock nacional tomó la posta y, al igual que el gaucho, habló de libertad, lucha y pertenencia. Desde Spinetta hasta el Indio Solari, las letras del rock argentino siguen expresando la voz del pueblo y su deseo de ser libre.
En definitiva, tradición y rock laten con la misma fuerza: ambas son formas de sentir, de contar quiénes somos y de mantener encendida la llama de nuestra identidad argentina.











