Frente al escándalo, el comisario salió con los tapones de punta. Calificó las versiones como “falsedades absolutas” y anunció que ya inició acciones legales civiles por difamación y amenazas contra quien difundió la acusación desde la capital provincial y contra una locutora local que la replicó.
El jefe policial sostuvo que no solo involucraron su nombre, sino que también dañaron a la institución. Aseguró que defenderá su trayectoria profesional y que está dispuesto a dar la cara y explicar todo, acompañado de sus abogados.
Mientras la justicia avanza y las pericias rastrean el origen del contenido viral, la discusión sigue encendida: ¿fake news, operación sucia o denuncia real que deberá probarse?
Por ahora, lo único claro es que la guerra pasó de las redes a los tribunales.