Más allá de su papel en operaciones patrimoniales como la compra-venta de inmuebles, testamentos o sociedades, los escribanos cumplen una labor social de gran importancia: garantizar la certeza y la seguridad jurídica en la vida cotidiana de las personas.
Hoy, en el Día del Escribano, se reconoce a quienes con su trabajo silencioso, técnico y responsable, sostienen una de las instituciones más antiguas y confiables de la sociedad: la fe pública.