Desde el Gobierno se reconoce que esta no es la mejora salarial que se quisiera otorgar, pero es el máximo esfuerzo posible ante el ahogo financiero impuesto por Nación. Aun así, se prioriza la presencia del Estado y se reafirma la convicción de que el salario no puede ser la variable de ajuste.
En el caso de los sectores Salud, Seguridad, Justicia y Educación, los $80.000 tendrán carácter remunerativo. Para las categorías con salarios más bajos, el impacto del aumento es significativo: tomando como referencia una base de $550.000, el incremento total representa aproximadamente un 16%, superando el índice de inflación.
De este modo, La Rioja se diferencia una vez más del Gobierno Nacional, que promueve limitar los aumentos salariales a no más del 1%. Frente a esa lógica de recorte, la gestión del gobernador Ricardo Quintela reafirma que invertir en el empleo público es una decisión política y social.