El nuevo esquema tira a la basura la segmentación y pasa a un modelo “focalizado”: unos pocos recibirán una ayuda mínima y el resto, a bancarse la que venga. Todo en nombre del acuerdo con el FMI y el ajuste que prometieron desde el primer día.
Desde asociaciones de usuarios avisaron que miles de familias pueden quedar afuera por errores en los registros. Un dato mal cargado, un trámite que no hiciste o un cruce mal hecho en el sistema, y de repente te cae una factura que parece un alquiler. Y después dicen que “nadie se va a quedar sin energía”.
En las próximas semanas van a decidir quién se salva y quién queda expuesto.
Las boletas de principios de 2026 van a ser un cachetazo de realidad y muchos van a tener que elegir entre pagar los servicios o llenar la heladera.