Más allá de los temas que motivaron las coberturas, no se puede naturalizar ni justificar bajo ningún punto de vista la agresión o amenazas a un trabajador de prensa.
La Comisión provisoria manifiesta su profunda preocupación por la creciente escalada de agresiones contra periodistas en nuestra región, situación que se volvió alarmantemente frecuente en los últimos meses. Ante esta realidad, informamos que nos encontramos en pleno proceso de discusión y elaboración de protocolos de acción para abordar sistemáticamente este tipo de casos, brindar acompañamiento efectivo a los colegas afectados y establecer mecanismos de prevención. El aumento de estos incidentes no solo atenta contra los trabajadores de prensa como individuos, sino que representa un peligroso retroceso para la libertad de expresión y el derecho a la información de toda la ciudadanía.
La única forma de garantizar la plenitud del sistema democrático es con un ejercicio libre de la prensa, sin amedrentamientos ni agresiones.